La carrera contra
el cáncer está llena de subidas y bajadas. De idas y venidas. Esa carrera
larga, dura y difícil de llevar. La carrera más importante de tu vida, y en la
que no puedes rendirte; ni tú ni los que están en la meta esperándote a que
llegues al final del tratamiento. Llegar a ese momento en el que el oncólogo te
dirá “Lo has conseguido, estás curado”.
Mientras tanto,
no hay opción a rendirse, no nos planteamos una segunda opción. Hay que ganar.
Hay que ir a por todas. Sin dudarlo.
Aún así, no será
un camino fácil, lo sabes desde el principio. Como ya he dicho, habrá muchas
idas y venidas, subidas y bajadas. El ánimo te puede fallar millones de veces,
pero es normal; recuerda que en una carrera siempre hay obstáculos que vencer,
piedras que esquivar y todo esto, con el viento en contra.
Las visitas a los
hospitales, las analíticas antes de pasar a la consulta con el doctor, los
asteriscos en el papel de la analítica que te recuerdan que tus defensas están
bajando. Los goteros aplazados a la siguiente semana, las noticias no tan
buenas, los efectos secundarios del tratamiento, la pérdida de calidad de vida
que te provocan las pastillas, los cambios de humor, la impotencia, que nunca
se va…
Son tantos obstáculos
que notas como te tiemblan los pies, como te lloran los ojos… pero tranquilo,
son cosas de la carrera en la montaña. Es todo nuevo, un cambio del estilo de
vida. Pero a la que te das cuenta ya has pasado más de la mitad. Has pasado
mucho. Lo estás consiguiendo.
Siempre hay que
seguir luchando por lo que vendrá, por los tiempos mejores, porque no hay que
rendirse. Una carrera no se deja a mitad. Siempre llegas hasta la meta, es
duro, un gran esfuerzo, pero todo esfuerzo acaba teniendo su recompensa.
Asique…. Ánimo!
No contemples
nunca la opción de rendirte, no pienses en abandonar esta carrera! La satisfacción
de terminar la carrera de tu vida, no tiene comparación con ningún otro sentimiento
experimentado antes. Olvida los malos ratos, aparca las sensaciones que te
están dificultando llevar el día a día. Sé que no es fácil. Pero hay que
intentarlo. No tengas en cuenta los pequeños escalones de la vida, aférrate a
las cosas mas valiosas de tu entorno y ten paciencia. No cedas. No te rindas.
Porque vas a conseguirlo. Porque aunque no lo creas, ya estás consiguiendo
llegar a la meta de la carrera de tu vida.