La arteterapia es una disciplina encargada de provocar una transición en la
persona enferma mediante la dedicación al arte y al proceso creativo del
paciente, facilitando la expresión de emociones y sentimientos. Esta disciplina
se basa en el conocimiento y la practica del arte y por otro lado en el estudio
de las teorías psicológicas.
En este caso, vamos a centrarnos en el caso de la pintura y los enfermos de
cáncer. Se ha demostrado, mediante varios estudios que este método posibilita
la expresión y la comunicación de emociones y sensaciones dolorosas que
experimenta el paciente y no puede expresarlas abiertamente con palabras.
Mediante el lenguaje no verbal, el paciente puede llegar a transmitir sus
miedos e inquietudes en los momentos más difíciles, además de que ello le
ayudará a provocar una transición de su persona que le permitirá encontrarse
consigo mismo, a la vez que asimilar y afrontar mejor su situación de
enfermedad.
En el cáncer se han visto numerosos beneficios en el momento que el
paciente puede comunicarse abiertamente con su entorno, expresando sus
emociones y sus temores. Por ello, la arteterapia nos ayuda además de a
comunicarnos, a reducir el dolor y sobrellevar las experiencias más estresantes
que la enfermedad provoca. Genera una
sensación de control y adaptación a la nueva situación de vida que presenta el
enfermo.
Mediante la expresión de los sentimientos, se logra una recuperación y
aceptación más rápida. Como objetivo principal, en estos casos, es que el
paciente comprenda y acepte su enfermedad y pueda solucionar de forma más
efectiva todos aquellos obstáculos que le impiden volver a vivir de forma
plena. Todo esto se consigue con la transición de sentimientos negativos que
son frecuentes al principio de la enfermedad hasta encontrar la sensación de
control y aumento de la autoestima que se general cuando el paciente ha
entendido su situación y puede llegar a adaptarse y superar el stress
postraumático que supone una mala noticia como puede ser el diagnostico de un
cáncer.
Todo esto es debido a la capacidad del arte que consigue que analicemos
nuestros sentimientos y reacciones dándole forma a nuestro espíritu. Es una
terapia de autoexpresión que consigue que canalicemos nuestros sentimientos en
los momentos más difíciles cuando somos incapaces de expresarlos. En el momento que se refleja en el papel
aquello que nos duele, nos es más fácil manejarlo, aceptarlo y modificarlo.
Muchas veces no se puede evitar el sufrimiento, pero con esta técnica, se puede
enfrentar de forma más activa y diferente.
La terapia del arte, por tanto, nos ayudará a encontrar una vía de escape y
comunicación diferente y efectiva para el manejo de los sentimientos negativos.
Como se ha demostrado muchas veces, el optimismo y el bien estar emocional,
garantiza una mejor recuperación y motivación para el día a día.
En el caso del cáncer, la meta de esta terapia sería conseguir una mayor
autonomía a pesar de la enfermedad. Las terapias alternativas están muy
presentes en los enfermos oncológicos en su día a día. Éstas consiguen mejorar
el estado de animo y canalizar los sentimientos negativos que provoca esta
patología. Es una herramienta que se puede utilizar tanto durante el
tratamiento o después, sin importar si el paciente tiene formación artística
previa.
Visualizando los resultados de estos estudios, observamos que los pacientes
con cáncer que utilizan esta terapia, al principio reflejan en sus dibujos
imágenes que simbolizan el dolor y el daño que se provoca en su cuerpo tras el
diagnostico de la enfermedad. El reflejo de una batalla interna entre lo bueno
y lo malo, y el sentimiento de agobio, desesperación, miedo, opresión… son
algunos de los ejemplos más frecuentes que encontramos al inicio de este plan
terapéutico.
Afortunadamente, pasado el tiempo, se observan en las imágenes, cambios de
colores, de sentimientos y de sensaciones. El hecho de poder expresar tus
miedos te ayuda a la vez a superarlos y a estar mejor contigo mismo.
Representar tu lucha interna y el daño provocado por la enfermedad, ayuda a
la comunicación tanto con el terapeuta como con los familiares, sacando a la
luz las inquietudes más profundas consiguiendo así superarlas con mayor
facilidad y autoestima.
“Dejemos que el arte nos acompañe en el camino hacia la salud”