Ante la situación de aparición del cáncer, lo más importante es llevar el
día a día con la máxima naturalidad posible. No debemos alargar la angustia en
el tiempo ni vivir en tensión ante esta enfermedad. Lo aconsejable es aprender
a vivir con ella sin que afecte de una
forma exagerada en nuestro día a día. Como
ya sabemos, actualmente el cáncer pasa a convertirse en muchos de los casos, en
una enfermedad crónica y por tanto debemos aprender a incluirlo en nuestra
rutina con naturalidad ya que probablemente tengamos que convivir con él
durante mucho tiempo.
A continuación, se nombrarán algunas situaciones o comentarios que es mejor
evitar ante los pacientes con cáncer, ya que no son cómodos ni muchas veces
adecuados cuando nos dirigimos a ellos. En la mayoría de los casos, intentamos
ayudar con nuestras palabras y a veces no lo hacemos de la mejor de las
maneras; el hecho de no padecer esta temida enfermedad, muchas veces nos hace
que seamos incapaces de ponernos en su lugar y podemos encontrarnos en la situación
de generar momentos incomodos; tanto para el enfermo como para nosotros. Por
ello vamos a reflexionar sobre algunos temas que son complicados de tratar en
algunos casos.
1.
Mirar
a la persona que padece cáncer con PENA. Cambiar de actitud con las personas
que padecen una enfermedad como lo es el cáncer es muchas veces inevitable.
Pero genera mucha inseguridad y miedo en quien lo recibe. No debemos cambiar de
conducta con estas personas por compasión, ni con sus familiares más cercanos.
Ellos saben por lo que están pasando y lo último que necesitan es sentir la
debilidad y el miedo de cerca. Estamos ante una enfermedad grave pero no
incurable. Estos pacientes y sus familiares lo pasarán mal debido a ello, pero
esto no significa que se hayan convertido en más débiles. Bastante tienen con
la situación que genera la enfermedad en casa, como para que cuando salen fuera
e intentan desconectar de ello, se les mire o se les trate diferente por este
motivo.
2.
Evita
utilizar la palabra CÁNCER. Es importante evitar ciertas expresiones en el día
a día. Para hablar de la enfermedad muchas veces es preferible utilizar otros
términos como pueden ser tumor, enfermedad…
En muchos casos será el paciente quien elija el
término que quiere utilizar para hablar del tema. Sería conveniente adaptarnos
al grado de aceptación y relación que adopte el enfermo con su enfermedad. Evitando,
si es necesario, algunos términos que pueden ser más fuertes.
3.
No
decir: “Tranquilo, no pasa nada”
Es una frase muy común que se utiliza para
intentar tranquilizar a quien padece la enfermedad. En el caso de un diagnóstico
de cáncer no debemos decir estas palabras, pues es un uno de los momentos más
duros de la enfermedad, en los que la incertidumbre ante el futuro y el miedo
son los protagonistas. Por ello es importante no relativizar y dejar al
paciente asimilar y procesar la información que ha recibido. El momento de
canalizar los sentimientos es importante para la posterior aceptación de la enfermedad,
aun así es completamente normal que experimenten sentimientos como miedo,
rabia, inseguridad…
4.
“Tienes
que tener una actitud positiva para curarte”. Aunque está demostrada la fuerza
del positivismo, no deberíamos presionar al paciente con este tipo de
comentarios, ya que muchas veces genera una presión psicológica en ellos que no
son capaces de aguantar durante mucho tiempo seguido. El hecho de intentar ser
fuertes por imposición y obligación, les genera una inseguridad que en
ocasiones les supera. Además muchas veces serán necesarios momentos de
debilidad y tranquilidad para poder asimilar las novedades y circunstancias que
se aproximan. Los momentos de recaída son aceptables e indispensables para ir
superando las fases de la enfermedad hasta llegar a la aceptación.
5.
“En
el cáncer, ya se sabe…” Nunca debemos dar por supuesto ningún resultado ni generalizar
con esta enfermedad. En primer lugar porque es una enfermedad que muchas veces
no se puede prever como va a evolucionar realmente, además de que cada paciente
y cada persona son un mundo. Diciendo esta frase, estás suponiendo, que la
enfermedad va a ir mal. Siguen siendo muchas las personas que continúan viendo
el cáncer como una enfermedad terminal e incurable y esto es un grave error,
pues ahora mismo hay muchos avances que pueden ayudar a cambiar la evolución y
el pronóstico de la enfermedad.
Nunca debemos olvidar la autonomía del paciente en estas situaciones, ya
que aunque estén enfermos, ellos siguen teniendo el derecho y la capacidad de
decidir que quieren y como quieren ser tratados en estos momentos tan difíciles
por los que pueden estar pasando. Es primordial, por tanto NO comparar al
enfermo con otras situaciones de la misma patología, pues no debemos generalizar
en estos casos, pues podemos generar expectativas que sean falsas extrapoladas
a la situación real de nuestro paciente. Algo principal es escuchar a los pacientes y
sus familiares para intentar ayudar dentro de lo posible sin generar momentos
incómodos, dándonos cuenta de hasta que punto se puede hablar de la enfermedad
con los pacientes sin provocar sentimientos de angustia en ellos sin quererlo.
Hay que recordar día a día el valor del silencio y la compañía en momentos difíciles
como pueden ser los vividos tras el diagnóstico y la lucha contra el cáncer,
por ello hay que tener en cuenta y medir las palabras que se utilizan al hablar
con quien más lo está sufriendo. No por más hablar ayudas más o das más compañía
y cariño, muchas veces se valora con mayor intensidad los momentos de silencio
y acompañamiento.
"No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio"
No hay comentarios:
Publicar un comentario