miércoles, 20 de abril de 2016

Quimioterapia

La quimioterapia es una forma de tratamiento farmacológico sistémico que permite la destrucción de las células tumorales mediante la administración de fármacos que actúan frenando la división y reproducción celular, paralizando el crecimiento e impidiendo las funciones vitales de las células. Impiden la división mitótica en determinadas fases del ciclo celular llevando finalmente a la célula a una apoptosis (muerte celular).

Las vías de administración de la quimioterapia van a variar en función de las formas farmacológicas que hay disponibles actualmente; ya sean vía intravenosa, vía oral, subcutánea, intramuscular, intraarterial… Esto dependerá de diferentes protocolos.
A lo largo de los periodos de tratamiento, encontraremos fases de descanso que permiten al huésped no generar una toxicidad excesiva.

Aunque se conoce más la vía intravenosa, actualmente se dispone de alternativas orales que suponen una mayor comodidad para el paciente.
Al ser un tratamiento vía sistémica, de alcance a todo el organismo, permite eliminar células tumorales a nivel del tumor primario y las posibles metástasis o células malignas que hayan migrado por el organismo.

Debido a la alta toxicidad de la quimioterapia y los efectos secundarios que provocan estos fármacos es necesario un control estrecho y estricto durante todo el proceso para conocer los efectos que está generando en el organismo y controlar las funciones vitales desde cerca para evitar efectos indeseados y no deprimir en exceso la inmunidad del paciente.
-       Esto nos permitirá además de vigilar de cerca al enfermo, controlar el propio tumor y ver su respuesta al tratamiento durante todo el proceso.

El esquema del tratamiento es especifico y diferente para cada tipo de tumor y para cada paciente. Estos se basan en principios de cinética celular, quimiosensibilidad del tumor y la farmacodinamia de las drogas.

Ya que cada paciente tiene un esquema diferente de tratamiento, cada uno de ellos experimentará los efectos de una forma diferente. La sintomatología puede variar de una persona a otra aun llevando el mismo fármaco. Pues cada organismo reacciona diferente, y mientras que para unos puede ser una época complicada y desagradable mientras se somete a estos tratamientos, otros en cambio, pueden no notar prácticamente los efectos.

Debido a la alta toxicidad de esta medicación, tendremos efectos secundarios comunes y prevalente como pueden ser los vómitos y las nauseas.
Otro efecto secundarios pueden ser la caída del cabello, cambios en la piel, pelo y uñas… la falta de apetito, cambio del sabor de los alimentos, diarrea, estreñimiento, alteración de las mucosas, anemia…
-       Esto condiciona a un peor control del tratamiento y un bajo nivel de motivación por parte del paciente. La ansiedad y la labilidad emocional estarán presentes en estos casos.


Dependiendo de los síntomas que se desarrollen el oncólogo pautará una solución para intentar minimizar estos efectos y poder llevar el tratamiento de una forma mas cómoda.

Por ello siempre debemos consultar con el médico los signos y síntomas que observemos que tienen relación con la quimioterapia para llevar un control exhaustivo y riguroso de la evolución y la respuesta al tratamiento. Y ante todo, mirar al futuro y saber que este tratamiento es temporal y por una buena causa. Una época regular en la que sienten una perdida de control y desasosiego, pero que pronto pasará y que conseguirá vencer al tumor.
Todo este tiempo es importante cuidar la alimentación y el organismo sin olvidar el deporte ni el optimismo para fortalecer el sistema inmunitario y ayudar a estos tratamientos a ejercer su función.


” Cuando veo que no puedo seguir soportándolo, aguanto aún un momento más y entonces sé que puedo soportar cualquier cosa ” Isak Dinesen



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